La Marcha Mundial bendecida por la nieta de Gandhi

Bajo una canícula sofocante y en medio del denso tráfico de Nueva Delhi, el grupo de marchistas renovó su compromiso de promover la paz y la no violencia recorriendo a pie 8 Km. Después de encontrarse con la prensa nacional, el Equipo base fue recibido por Tara Gandhi Bhattacharji, nieta de Gandhi. “Yo sólo soy la descendiente biológica de un gran hombre, y eso no me otorga ninguna de sus cualidades. Hago lo que humildemente puedo para promover la justicia en nuestro país, basándome en la filosofía de mi abuelo”, declaró. “Debemos enseñarles a los seres humanos a liberarse de sus miedos y a no infundir el terror unos en otros”, prosiguió, antes de entregar personalmente a cada miembro del Equipo base un chal de algodón tejido a mano.

A continuación, el Equipo base se dividió en cuatro grupos, cada uno de los cuales tenía un programa repleto de encuentros y de eventos.

Después de 8 horas en tren, uno de los grupos llegó a la frontera con Pakistán en el área de Wagah y Atari, que es una de las fronteras del mundo donde hay más tensión. Su propósito era reunirse con los representantes de la Marcha Mundial del otro lado para de este modo crear un puente de Paz simbólico entre los dos países. Dada la ausencia del dirigente principal, la operación no se pudo llevar a cabo; pero de pronto surgió una alternativa espontánea gracias a que en el equipo de encontraba el doble (el sosias) de Gandhi, el doctor Sharad P. Nayampally, vestido exactamente como se vestía el héroe nacional, lo que ocasionó el aflujo de una gran multitud entusiasta alrededor del estandarte de la Marcha Mundial y de sus representantes. Acto seguido, los miembros del Equipo base fueron recibidos por el agregado de prensa de la comunidad sikh, Subedar Dalbir Singh, con quien conversaron acerca de la necesidad de poner fin a la guerra. Después de visitar el Templo de Oro —el Harmandir Sahib—, el templo más sagrado de los sikhs, localizado en Amritsar, el grupo abordó un autobús en la noche de ese mismo día para encontrarse con sus compañeros que iban rumbo a Corea.